Wow, que año no? Te esperé con tantas ansias 2011, parecías prometedor, lleno de sueños, esperanzas, proyectos y logros.
Eras el año del ansiado egreso, el año que me dejaría ad portas de los últimos metros de está maratón llamada sueño de mi vida, conocida por todos como Medicina Veterinaria; y ¿qué pasó? pues que ya te marchaste y yo sigo aquí en la incertidumbre, sin saber que me depara el mañana, si saber si egreso o no, caprichoso el destino, tanto espere esto, que ha decidido que siga esperando.
También has sido el año de las decepciones, por distintos motivos dejé y dejé gente atrás, unos porque me fallaron abiertamente, otros porque pensaron que les fallé y no tuvieron el valor de decírmelo a la cara, y otros porque dejaron de estar, y así también llegaron otros, encontré el equipo de trabajo perfecto, y también amigos leales, que no tienen problema en decirme si la estoy cagando o en felicitarme por mis logros, sin envidias, sin competencias, solo compañerismo.
También fue un año de introspección, llegó un momento en el que colapsé a mediados de año, en que solo quería mandar todo a la cresta y llorar cada dos por tres, y ahí estuvieron los precisos, lo que me enseñaron que no me fallarían, para decirme que todo saldría bien, que nada era tan malo y que solo necesitaba un cambio de foco; y así fue como llegué a esta nueva forma de ver mi mundo, ser YO el centro de mi mundo, la protagonista de mi vida, poniéndome como prioridad por primera vez en mucho tiempo, algunas veces me trae problemas, pero he decidido ya no callar, tampoco tirar las cosas a tontas y a locas, pero me parece una buena decisión, de esas cosas buenas que me deja el 2011.
También fue un año de reencuentros familiares, de a poco me voy acercando a ese lado de la familia que siempre me fue tan esquivo y tan reacio, ojalá todo siga avanzando en este 2012.
Un resumen cortito, pero es lo que hay, ya no recuerdo mucho mis expectativas del 2011, ahora solo pienso en lo que quiero este 2012, y como siempre, empezar desde ya a ponerle el hombro, porque quiero despedir este 2012 con título en mano, quiero terminar siendo profesional, tal como lo soñé y calculé.
Adiós 2011, un año con sabor a dulce y agras, gracias por todo, pero por sobre todo, gracias por enseñarme a valorar lo que tengo.
Hola 2012! Ahí vamos, con todas las ganas, porque como siempre digo, ESTE será un gran año!
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