martes, 24 de abril de 2012

La Espera

Apenas han pasado unos segundos y se descubre, como tantas otras veces, añorando, deseando su compañía tan escasa y tan presente, observa como se aleja por ese largo camino de tierra, camino amado y odiado, porque es él quien permite que regrese, pero al mismo tiempo es el único que le permite marchar.

Recuerda las horas pasadas, o quizás fueron días...no, apenas fueron minutos, es imposible estar segura, solo sabe lo feliz que fue en ese lapso de tiempo.

Ya ni lo divisa, ni siquiera una mancha en la distancia, simplemente ya se alejo, raudo como siempre, dejando ese vacío eterno y finito.

¿Cuándo volverás? “Quizás mañana” le susurra su esperanza, “Tal vez en un año” interviene la agonía.

Siempre es así, nunca de otra manera y, una vez más, ella ruega que la próxima vez que se perfile su figura en la lejanía sea para no volver a verlo a marchar.

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